martes, 4 de septiembre de 2007

Ficha de Lectura III "Motilidad"

Ficha de Lectura
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Nombre: Neuroanatomía clínicaAutor: Richard S. Snell
Edición: 6ª
Editorial: Panamericana
País: Madrid
Año: 2007
CAPÍTULO 9: Formación reticular y sistema límbico
Pag: 303 - 313
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Es un complejo conjunto de estructuras que se hallan por encima y alrededor del tálamo, y justo bajo la corteza. Incluye el hipotálamo, el hipocampo, la amígdala, y muchas otras áreas cercanas. Parece ser el principal responsable de nuestra vida emocional, y tiene mucho que ver con la formación de memorias. Una de las funciones del sistema nervioso es participar en la regulación de la homeostasis. Se considera que casi todo el cerebro esta involucrado en esta tarea. Sin embargo, las neuronas que, tradicionalmente, se han visto más involucradas con esta tarea se consideran concentradas en el hipotálamo. En esta función el hipotálamo trabaja coordinadamente con estructuras del sistema límbico, del sistema endocrino y del sistema nervioso autónomo. A través de estos dos últimos sistemas se considera que el hipotálamo participa directamente en la regulación de la homeostasis. El sistema límbico regula las emociones, función que explica sus numerosas conexiones con variadas estructuras cerebrales. Anatómica y funcionalmente, el sistema límbico y el hipotálamo están íntimamente relacionados. Las conductas emocionales orquestadas desde el sistema límbico tienen un claro correlato visceral (cambios en la frecuencia cardíaca, en la presión sanguínea, y otras) que se explican por las conexiones entre el sistema límbico y el hipotálamo, región en la cual se ubican los centros que regulan esos parámetros.
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Nombre: Principios de Anatomía y Fisiología
Autor: Gerard J. Tortora, Bryan H. Derrickson
Edición: 11ª
Editorial: Panamericana
País: Madrid
Año: 2006
UNIDAD 3: SISTEMAS DE REGULACIÓN DEL CUERPO HUMANO
Capítulo 15: El Sistema Nervioso AutónomoPag: 490 – 510

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El sistema nervioso autónomo representa un sistema de control de efectores viscerales, involuntario, que junto con el sistema endocrino y el hipotálamo mantiene la homeostasis. Para cumplir esa tarea, este sistema maneja mecanismos de realimentación negativa que se ejercen principalmente sobre el hipotálamo. En la actualidad se consideran tres divisiones en la organización morfo-funcional del sistema nervioso autónomo: la simpática, la parasimpática y la entérica. Sin embargo, esta última suele considerarse bajo el control de la división parasimpática. Anatómicamente, las divisiones simpática y parasimpática se originan del sistema nervioso central y representan la vía eferente a través de la cual él se comunica con los efectores viscerales. Esta vía esta formada por dos neuronas. La primera se ubica en la médula espinal. Su axón sale y se contacta con la segunda neurona ubicada en un ganglio periférico. Es el axón de esa segunda neurona el que inerva a los efectores. Las primeras neuronas son colinérgicas. Las segundas son noradrenérgicas (simpático) y colinérgicas (parasimpático). Sin embargo, algunas segundas neuronas simpáticas también son colinérgicas. Desde el comienzo se definió al sistema nervioso autónomo como una subdivisión del sistema nervioso dotada de una gran independencia, a tal punto, que se le ha considerado como un sistema que se autorregula. Ello se explica en parte, por qué se considera a la actividad refleja como la base de su funcionamiento de este sistema. Es el reflejo autonómico, cuya base anatómica (arco reflejo) ha sido bien caracterizada en la mayoría de los casos. Las vías aferentes se originan en receptores sensitivos ubicados en las vísceras y los axones que las constituyen viajan al sistema nervioso central por vías que pertenecen a la parte periférica del sistema nervioso autónomo y donde también se encuentran fibras motoras ya sea simpática o parasimpática pero que son eferentes. Se presenta, entonces, a nivel anatómico una interacción entre ambos sistemas.
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Nombre: Fisiología médica
Autor: William F. Ganong
Edición: 20ª
Editorial: Manual Moderno
País: Madrid
Año: 2006
CAPÍTULO 6: ReflejosPag: 139 – 144

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Los movimientos reflejos son esencialmente involuntarios. Producto de la reacción ante ciertos estímulos sin pasar por la voluntad consciente del individuo. Son funciones que se establecen desde antes de nacer y se desarrollan a través de la maduración. A pesar de ser involuntarios pueden considerarse como uno de los fundamentos básicos de toda actividad motora. Podemos distinguir dos clases de movimientos reflejos: los reflejos espinales y los supra-segmentarios... Los espinales tienen lugar en las ramificaciones de uno o más segmentos de la médula espinal, en cambio los supra-segmentarios exigen la colaboración de algunos centros cerebrales. (Cuerpo estriado, núcleos caudado y putamen), a la vez que de las ramificaciones de la médula espinal y de los músculos de las extremidades y tronco. Los movimientos básicos o fundamentales, son los actos motores innatos que se desarrollan durante el primer año de vida del niño, y no necesitan de aprendizaje para su desarrollo. Sus más frecuentes reacciones motoras como seguir un objeto con la vista, acercarse a él, cogerlo, palparlo, gatear, arrastrarse, caminar, correr, saltar, brincar, rodar y trepar, van apareciendo en un orden secuencial y definido, sin necesidad de aprendizajes previos. Estas actividades motoras constituyen la base de movimientos más complejos y especializados. Dentro de estos movimientos fundamentales, se encuentran los movimientos manipulativos, que se combinan con los de tipo visual (visomotores) y en ciertos casos con los táctiles y kinestésicos. Estos movimientos comprenden principalmente los de presión y destreza manual.
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Nombre: Manual de neurología
Autor: J. Cambier
Edición: 7ª
Editorial: Masson
País: Madrid
Año: 2003
CAPÍTULO 2: Semiología de la motilidadPag: 36 – 41

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Un estímulo apropiado depolariza la membrana y produce la contracción. Normalmente, la depolarización es producida por un estímulo nervioso. El músculo está inervado por terminales nerviosas de neuronas motoras de la médula espinal. En el punto de inervación, el nervio pierde su vaina de mielina, y se asocia a una región especializada de la superficie de la fibra muscular, para formar la placa motora. En una fibra muscular esquelética, cada terminal axónico motor forma sólo una placa motora. En la zona de contacto, la terminal axónica forma una dilatación que se aloja en una depresión poco profunda de la superficie de la fibra llamada hendidura sináptica primaria. El sarcolema que reviste la hendidura sináptica primaria muestra numerosos pliegues que constituyen las hendiduras sinápticas secundarias. En la zona de unión, la lámina basal de la célula de Schwann se fusiona con la lámina basal de la célula muscular. Esta cubierta celular fusionada se extiende hacia la hendidura sináptica primaria, separando la fibra nerviosa de la fibra muscular, y penetra al interior de cada hendidura sináptica secundaria. Cuando el potencial de acción alcanza a la placa motora, el neurotransmisor acetilcolina, contenido en las vesículas sinápticas, se libera y difunde a través de la hendidura. Este mediador se une a receptores de acetilcolina presentes en la membrana postsináptica, concentrados principalmente en la entrada de los pliegues sinápticos secundarios, e induce la depolarización del sarcolema que es transmitida a los tubos T.
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Nombre: Neuroanatomía Funcional y Clínica Atlas del sistema nerviosos central
Autor: Jairo Bustamante
Edición: 3ª
Editorial: Celsius
País: Madrid
Año: 2007
CAPÍTULO 21: Sistema ExtrapiramidalPag: 331 - 337

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Este sistema constituye una unidad individual funcional pero no anatómica. Está formado por regiones extrapiramidales de la corteza cerebral y por una serie de núcleos subcorticales, como son el globus pálido, el núcleo subtalámico de Luys, el núcleo vestibular, el núcleo rojo, la sustancia nigra, la oliva inferior, etc. La mayor parte de estos núcleos ejerce influencia sobre la formación reticular, la cual a su vez descarga influencias excitatorias (porción craneal) o inhibitorias (porción caudal) sobre las motoneuronas del asta anterior de la médula. La misma figura muestra que la vía extrapiramidal de origen cortical, además de no integrar las llamadas pirámides bulbares, se caracteriza por ser una vía en que existen múltiples sinapsis a lo largo de su camino entre la corteza y las motoneuronas. El sistema extrapiramidal controla los diversos movimientos posturales y además el tono muscular. Toda información que desciende desde los centros motores (piramidales y extrapiramidales) conecta finalmente con una motoneurona del asta anterior de la médula espinal (convergencia de vías). El axón de esta motoneurona será la vía final común a través de la cual se manifestarán las acciones excitatorias o inhibitorias, ejercidas desde los múltiples centros ubicados en diferentes niveles del SNC.
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Nombre: Neuroanatomía Funcional y Clínica Atlas del sistema nerviosos central
Autor: Jairo Bustamante
Edición: 3ª
Editorial: Celsius
País: Madrid
Año: 2007
CAPÍTULO 6: Vía sensitiva Pag: 91 - 113

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Vía aferente o vía sensitiva: esta vía tiene como función conducir los impulsos nerviosos desde el receptor hasta el centro elaborador que a su vez es la estructura encargada de elaborar una respuesta adecuada al impulso nervioso que llegó a través de la vía aferente. La médula espinal y el cerebro son ejemplos de algunos centros elaboradores. Las vías sensitivas son: la vía somatoestésica, vía gustativa, vía olfativa, vía óptica, vía acústica y vía vestibular. Todas ellas van desde un receptor, que capta los estímulos, hasta una porción de la corteza cerebral, donde se producen las sensaciones y las percepciones. En general, entre el receptor y la corteza cerebral hay una cadena de tres neuronas que hacen sinapsis en núcleos del interior del sistema nervioso central. Durante su trayecto suelen emitir colaterales que las relacionan con las vías motoras y con otras vías sensitivas.

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